Últimamente escuchamos mucho sobre el autocuidado: intentar vivir una vida plena, de calidad, encontrar el balance, meditar, escuchar tus pensamientos, ser positivo, no vivir en el pasado y no preocuparse por el futuro.
Ideas geniales, que entendemos tan pronto leemos el texto o vemos el video, pero cuando volvemos a nuestra realidad, ¿cómo las aplicamos?
Primero vamos a aclarar que el mindfulness nos propone vivir en el momento presente, con una atención real del ahora. ¿por qué? porque nuestra mente está expuesta a una gran cantidad de estímulos que la hacen dispersarse y nos hacen perder el foco de lo realmente importante.
Nuestra mente tiene la capacidad de llevarnos al pasado, para traer recuerdos, buenos o malos, estos recuerdos nos generan emociones que traemos a nuestro presente y que nos hacen cagar con situaciones que han debido quedar atrás. En cuestión de segundos podemos ir al futuro y crear una preocupación por algo que aún no ha llegado, nos anticipamos a los eventos y traemos emociones que nos desconectan de lo que está pasando en este preciso momento y sin darnos cuenta estamos viviendo en piloto automático.
Pues bueno, a simple vista, todo esto es el ejemplo más claro de no estar presente. Si quieres empezar a adoptar el Mindfulness te propongo que lo incluyas a tu ritual de cuidado diario para intentar algo diferente.
Cómo los hábitos se construyen poco a poco, vamos a empezar con este pequeño cambio para que des tu primer paso a esta práctica tan reconfortante.
Vamos a hacer dos pausas en el día, una a la mitad del día y otra al final.
Primera pausa: deja lo que estés haciendo, respira profundamente, toma aire, haz una pausa y suéltalo despacio liberando toda la carga, preocupaciones y bloqueos. Sin forzar tu respiración pero con toda tu atención en ella, mira a tu alrededor y conscientemente repasa cada elemento, sus formas, color, textura. Vuelve a tus tareas con la mente más clara y libre. Ahora estás aquí completamente presente, para hacerte cargo de tu momento, que es único.
Puedes acompañar este momento de un aroma que te guste o de nuestro Spray facial Mind con CBD que te aportará calma y su aroma botánico despertará tus sentidos para traerte al momento presente.
Usa el spray 2 veces, con los ojos cerrados directamente en tu rostro, cierra los ojos y mientras haces la práctica de Mindfulness, deja que tu piel absorba el producto y se renueve.
Segunda pausa: Al final del día,tomate el cuarto de baño para ti. Pon tu canción favorita y prende una velita. Empezamos, hacemos tres respiraciones profundas, haz una pausa y exhala soltando todo aquello que te esté cargando del día, situaciones, pensamientos, preocupaciones, conversaciones que se quedaron dando vueltas en tu mente.
Vamos a desmaquillar, lavar la piel con agua tibia, aplicar la crema hidratante y contorno de ojos. En cada paso de tu ritual de cuidado, respira suavemente, sin forzarlo. Vive el momento presente y observa tu piel, tus manos, tus ojos, tu nariz, tus labios; no te juzgues, sólo mírate, reconócete, acéptate tal y como eres.
El Kit de cuidado diario de Mind, contiene un ingrediente natural, CBD que te ayuda a dar equilibrio a tu piel y mente, inclúyelo en tu ritual de cuidado diario.
Con la piel y mente limpias y despejadas, vamos a darle al cuerpo un merecido descanso.